La nación del Sol Naciente es sinónimo de perfección y disciplina en todo lo que hacen y por supuesto el whisky japonés no es la excepción ya que esta preciada bebida conquista a millones de paladares alrededor del mundo. Sentirás un verdadero placer de degustar la gran variedad de matices que tiene este exquisito destilado nipón que lo hace tan especial posicionándose en el podio de los mejores del mundo.
El whisky es una bebida con muchos siglos de historia, conocido antiguamente como “Agua de vida”, pero pocos saben que el whisky japonés aunque no data de tantos años, hoy día es catalogado por los expertos como un preeminente destilado y se diferencia del escocés gracias a diversos factores que le otorgan cierto misticismo. Incluso, se atreve a competir y hasta superar a los licores escoceses, conocidos tradicionalmente como los mejores.
Cuando nos hablan de whisky japonés es probable que nuestra mente nos traslade a la encantadora escena de la película Perdidos en Tokio (Lost in Translation, su nombre en Inglés), del 2003, dirigida por Sofía Coppola y protagonizada por Scartlett Johansson y Bill Murray (Bob). Esta escena precisamente inmortaliza a la destilería japonesa Suntory a través de la campaña publicitaria donde Bob afirma que: “Un momento de relax es un momento Suntory”.
Historia
Indice
En 1923, Shinjiro Torii hizo realidad su sueño y produjo un auténtico whisky japonés inspirado inicialmente en el whisky escocés tradicional, pero en una versión diferente. Creando así la primera destilería de whisky de Japón (Yamakazi), ubicada en las afueras de Kioto.
Al principio, en 1899, Torii regentaba una tienda de bebidas alcohólicas importadas pero no tuvo éxito porque los consumidores japoneses no estaban acostumbrados a los sabores occidentales y años más tarde, en 1907, lanzó al mercado su vino de Oporto Akadama, una deliciosa bebida con su distintiva etiqueta de un círculo rojo que encantó a los japoneses y que más tarde recibió el nombre de vino dulce Akadama, convirtiéndose pronto en el buque insignia de su compañía.
Posteriormente, en 1918, el japonés Masataka Taketsuru arribó a Glasgow, para empaparse en la cultura escocesa y curtirse en el mundo de la destilería del whisky – su familia desde hacía 150 años se dedicaba a la producción del tradicional sake – para, posteriormente, trasladar todo lo aprendido a su país natal.
Masataka Taketsuru acumuló una vasta experiencia en la producción de whisky, trabajando en Longmorn, después en James Calder & Co.‘s Bo’ness y finalmente en Hazelburn. Regresando a Japón en 1920 fue contratado por Shinjiro Torii, fundador de la destilería que hoy se conoce como Suntory, para que liderara el proyecto de producir un auténtico whisky adaptado a los gustos japoneses.
Es así como en 1921, Torii, un farmacéutico de carrera, decide transformar su tienda Torii Shoten, en Kotobukiya, la que luego se convertiría en la importante destilería Yamazaki insigne en la firma Suntory para empezar a elaborar el whisky de malta, que hoy lidera el mercado en el continente asiático.
En 1929, Shinjiro Torii comercializó el Suntory Shirofuda (White Label). Dando origen al primer whisky auténticamente japonés, que tenía un sabor ahumado que no agradaba a los japoneses y por tanto no tuvo éxito.
La relación entre Torii y Taketsuru se mantuvo estable durante algún tiempo hasta que en 1934, Taketsuru se traslada al norte de Japón, considerando las optimas condiciones climatológicas de la isla de Hokkaido para crear su propia firma llamada Dai Nippon Kaju K. K., posteriormente convirtiéndose en destilería Nikka.
En 1937, tras muchos obstáculos a raíz de conflictos bélicos, finalmente se produjo un whisky con un rico aroma y un sabor dulce que inicialmente se llamó «Whisky Suntory«, aunque se le conocía con como Kakubin debido a su emblemática botella cuadrada.
Este whisky Master Blender de etiqueta amarilla se hizo muy popular rápidamente y Suntory logró el reconocimiento como pionero del whisky japonés. De allí que los mejores whiskys de la tierra del Sol Naciente sean de la principal marca de la gigante destilería japonesa Suntory.
Hoy día el producto destilado más superior del mundo emerge con gran fuerza. Suntory levantó la fábrica de malta más grande del planeta alcanzando gran fama dentro del país hasta que, a finales del siglo pasado, esta bebida se convirtió no solo en el mejor whisky japonés sino que comenzó a romper la hegemonía del destilado escocés al competir con los mejores whiskies del mundo.
Características
El perfeccionismo propio de la cultura nipona proviene de su misticismo, lo que los lleva a asegurarse de que para la fabricación de su whisky se utilice agua de fuentes muy puras con el objetivo diferenciarse de otros competidores. Esta peculiar característica determina en gran medida la distinción de la calidad del producto.
Por otro lado, la temperatura de fermentación desempeña un papel fundamental en la destilación, dado que si las destilerías se encuentran a una altura media superior, el whisky resultante es mucho más característico y con más sabor.
La incorporación del bambú permite obtener una bebida destilada de alta calidad, aportando un característico dulzor. Su uso no está totalmente extendido, sin embargo, algunas destilerías filtran sus preciadas bebidas con estas plantas lo que hace que sea mucho más suave en garganta.
Finalmente, la característica principal del whisky japonés es la cebada. Se importa desde Escocia un alto porcentaje de cebada de máxima calidad, mientras que para la elaboración de los whiskies escoceses se utilizan cebadas del este de Europa para abaratar los costes.
Premios internacionales
Como se mencionó anteriormente, Suntory y Nikka fueron las empresas pioneras en el arte de la creación de este preciado destilado, las dos famosas marcas de whiskies japoneses también son vanguardia en la calidad de sus productos.
En los World Whiskies Awards de 2020 brindamos con Suntory, ya que su preciado destilado The Hakushu de 25 años le ha permitido ostentar nuevamente el premio al mejor single malt, dejando por sentado que Japón es la primera potencia productora de esta bebida de notable calidad.
El mundo del cine y el whisky japonés
La familia Coppola guarda estrecha relación con la exitosa marca de whisky japonés Suntory.
El famoso director de cine estadounidense Francis Ford Coppola, que ha dirigido una cincuentena de películas entre las que destacan: “Apocalipsis Ahora” y “El Padrino”, fue la estrella de unos comerciales de Suntory junto con el célebre cineasta japonés Akira Kurosawa, reconocido por éxitos como “Los Siete Samuráis” y “La leyenda del gran Judo”, quienes catapultaron frente a las cámaras un increíble momento.
Años más tarde Sofía Coppola, hija de Francis, quien conocía los anuncios que había rodado su padre decidió replicar aquella escena en su Lost In Translation o Perdidos en Tokio – su nombre en Español– filme que le valió un merecido Oscar.
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