Tokio es la ciudad más movida de Japón, una zona con muchas cosas para hacer que siempre sorprende con sus rincones tradicionales. Es una ciudad muy caótica para algunos, pero moderna y bastante futurista para otros. Ir a los santuarios es una idea genial para salir un rato de la vida desenfrenada de la capital.
Si decides visitar Tokio por alguna razón, es necesario que sepas que no todo lo que puedes encontrar allí es tecnología y exquisita gastronomía, también hay espacios para estar lejos de la algarabía y tener apreciados momentos de relajación.
No debes dejar de visitar los templos de Tokio que te presentamos en esta lista, incluye un par de ellos dentro de tu itinerario de paseo por esta ciudad. Te sentirás en paz contigo mismo y por un momento, pensarás que te equivocaste de lugar debido a que todo el ruido que caracteriza a Tokio desaparecerá.
El Santuario Meiji Jingu
Indice
Se trata de un santuario sintoísta, el cual se edificó en honor al emperador Meiji y la emperatriz Shoken, su esposa. Se construyó en honor a la labor que realizó esta persona durante la restauración de Meiji. Es uno de los mejores templos de Tokio, así que programa con antelación tu visita.
Se inició la construcción del santuario en el año 1.915 y seis años más tarde, estuvo lista. Aunque por desgracia, los emperadores fallecieron algunos años antes y no pudieron contemplar la edificación concluida. Tiempo después, el edificio fue destruido por los bombarderos de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, se pudo reconstruir gracias a beneficencias públicas. El santuario de Meiji Jingu queda ubicado en el parque Yoyogi, en la zona más linda que solían habitar los emperadores llena de lirios y flores en el jardín. Este espacio actualmente está abierto de forma gratuita para el público y dispone de dos zonas.
- El Naien: se le conoce como el recinto interior, en él se encuentran las pertenencias de la emperatriz y de su esposo.
- El Gaien. también llamado el recinto exterior, cerca del cual se ubica el Memorial de Galería Pictórica Meiji, que es particularmente utilizado al afecha para la celebración de bodas sintoístas.
Este es un santuario rodeado del bosque más frondoso de Tokio, con más de 120.000 árboles de 365 especies diversas. En este lugar las personas pueden asistir a realizar deporte o pasear un rato en familia. De camino al santuario, se encuentra un torii hecho en madera, con el cual podrías sacarte una fotografía.
Templo Senso-ji
Aunque el templo de Meiji es considerado uno de los mejores, sin duda el Senso-Ji es el preferido en torno a la decoración por los visitantes. Es muy lindo y atrae a millones de visitantes porque se encuentra ubicado en un destino con mayores posibilidades turísticas.
Eso sí, es recomendable hacer el recorrido por completo y acompañado. El santuario Senso-ji es un templo budista, el más antiguo se encuentra en Tokio. Para llegar a él, tienes que acceder al barrio Asakusa, una de las zonas con más tradiciones intactas de la zona.
Está dedicado por completo al Dios de la misericordia, de nombre Kannon.Es un templo que ganó su gran popularidad durante el período Edo, que fue justo la época donde se edificaron la mayoría de los templos Senso-ji que existen.
Al igual que su similar anterior, fue destruido por los ataques de la Segunda Guerra Mundial, pero posteriormente tuvo que ser reconstruido.Aunque esta edificación tiene muchos puntos de acceso, la puerta de los truenos o puerta de Kaminarimon, es la más popular.
Al llegar a Tokio lo primero que debes hacer es dirigirte al templo y cruzar esa gran puerta roja con un pequeño farol en el centro, también de color rojo.
Santuario Hie Hinja
Es un santuario que puede sorprender hasta el visitante más incrédulo, es una edificación sintoísta, dedicada por completo al Dios Oyamakui no Kami. Aún no se han conseguido rastros o documentos que avalen su año de construcción pero se conoce que en el año 1607 el castillo fue reubicado detrás de los terrenos.
Como todas las obras de origen japonés, también fue afectado por los bombarderos de la Segunda Guerra Mundial, y por ello su actual templo fue gracias a una reconstrucción en el año 1958. Una de las cosas que hacen que sea un gran templo, es su pasillo de toriis.
Una vez ingresas al santuario te invadirá la sensación de haber dejado atrás la ciudad por completo , y haber llegado a un lugar donde la tranquilidad impera. Otra entrada por la que debes pasar, es mediante las puertas del oeste. En este túnel, hay cientos de puertas parecidas al Fushimi Inari-Taisha de Kioto.
Templo Gotokuji
Es un templo muy famoso por por los gatos japoneses de cerámica que adornan su entrada, es un santuario budista conocido como manekineko, término utilizado para representar una gata dorada con la pata superior derecha elevada. Esta es la historia de porque este gato es el ícono principal del templo.
Cuenta la leyenda que, cierto día había una gran tormenta y un señor muy adinerado decidió esperar a que está cesara bajo un árbol cerca del templo Gotokuji.
Una vez allí, logró divisar en la puerta del templo una gata que hacía señas con su pata derecha en su dirección, como invitándolo a venir. Luego de un momento, este señor accedió a acercarse al animal y seguidamente cayó un rayo justo en el árbol dónde él había estado resguardandose.
Quedó tan agradecido con el animal que decidió donar partes de su tierra y de su cultivo para el templo y así ayudar a solventar los problemas económicos de este.